A 126 años de su nacimiento, los que se cumplieron el 19 de mayo del 2013.
Nuestra Sociedad cree necesario recordar y homenajear en el día de su natalicio, a este importante médico español, un verdadero hito en los estudios referentes a la endocrinología (que como especialidad médica inicia en España desde donde se difunde a Iberoamérica), sus estudios sobre sexualidad humana, así como sus importantes aportes de tipo ensayo sobre muy diversos tópicos como personajes históricos, por ejemplo.
Siempre bajo la óptica de un sagaz y acucioso investigador, la sexualidad encuentra en él a un importante estudioso y divulgador de ágil escritura como ha habido pocos. Su libro Amiel lo considero un clásico, así como sus estudios sobre Don Juan Tenorio. Y sus tantos otros importantes aportes.
Desde una visión muy general, en este caso más bien médica, los hechos sexuales y la causalidad de los que se apartan de la generalidad (los que se llegan a conocer), de lo presuntamente "normal", ha transcurrido en el pasado desde considerarlos meros delitos contra natura, perversiones, degeneraciones, trastornos psiquiátricos, fallas endocrinológicas (he aquí el gran auge que en su momento tuvo la endocrinología y expectativas en ella, como por ejemplo pensando que la homosexualidad egodistónica del hombre había que tratarla con testosterona), luego se ha pasado a una mirada más biológica, donde lo genético con su diversidad intrínseca, tiene enorme importancia, además del agregado de las influencias socioculturales que no podemos desconocer. En esta etapa estamos.
En todo caso, de esa nueva especialidad médica de comienzos del siglo XX, la endocrinología, de la que GM fue un importante baluarte aparte de sus otros muchos grandes méritos, se esperaba harto en el campo de la sexología médica, para mejor conocerla, entenderla, y aplicarla en terapia sexual.
En fin, dió lo que dió no más, aunque fue y sigue siendo igual de trascendente e indispensable, por tratarse la sexualidad como se ha ido viendo más compleja de lo que se pensaba. De todas maneras, creo que estamos cada vez más cerca de la verdad.
Nuestra Sociedad cree necesario recordar y homenajear en el día de su natalicio, a este importante médico español, un verdadero hito en los estudios referentes a la endocrinología (que como especialidad médica inicia en España desde donde se difunde a Iberoamérica), sus estudios sobre sexualidad humana, así como sus importantes aportes de tipo ensayo sobre muy diversos tópicos como personajes históricos, por ejemplo.
Siempre bajo la óptica de un sagaz y acucioso investigador, la sexualidad encuentra en él a un importante estudioso y divulgador de ágil escritura como ha habido pocos. Su libro Amiel lo considero un clásico, así como sus estudios sobre Don Juan Tenorio. Y sus tantos otros importantes aportes.
Desde una visión muy general, en este caso más bien médica, los hechos sexuales y la causalidad de los que se apartan de la generalidad (los que se llegan a conocer), de lo presuntamente "normal", ha transcurrido en el pasado desde considerarlos meros delitos contra natura, perversiones, degeneraciones, trastornos psiquiátricos, fallas endocrinológicas (he aquí el gran auge que en su momento tuvo la endocrinología y expectativas en ella, como por ejemplo pensando que la homosexualidad egodistónica del hombre había que tratarla con testosterona), luego se ha pasado a una mirada más biológica, donde lo genético con su diversidad intrínseca, tiene enorme importancia, además del agregado de las influencias socioculturales que no podemos desconocer. En esta etapa estamos.
En todo caso, de esa nueva especialidad médica de comienzos del siglo XX, la endocrinología, de la que GM fue un importante baluarte aparte de sus otros muchos grandes méritos, se esperaba harto en el campo de la sexología médica, para mejor conocerla, entenderla, y aplicarla en terapia sexual.
En fin, dió lo que dió no más, aunque fue y sigue siendo igual de trascendente e indispensable, por tratarse la sexualidad como se ha ido viendo más compleja de lo que se pensaba. De todas maneras, creo que estamos cada vez más cerca de la verdad.
GREGORIO MARAÑÓN
ler. centenario de su nacimiento (1987).
Dr. Alejandro
Ríos-Rojas
En
la biblioteca. Foto tomada en Madrid, mediados de la década del 50, siglo XX. Gentileza
del Dr. Claudio Costa Casaretto, médico especializado en Historia de la
Medicina.
Introducción
Este trabajo que aquí presentamos fue publicado
por el autor a petición de la Directiva de la Revista UNFACH vol. XIX, nº 3, págs.
10 a 12, Santiago de Chile, noviembre 1987.
En esta nueva edición se ha respetado el texto original, salvo pequeños detalles, aparte del agregado de algunas ilustraciones que en aquel momento se omitieron por razones de espacio. Santiago, mayo del 2013.
En esta nueva edición se ha respetado el texto original, salvo pequeños detalles, aparte del agregado de algunas ilustraciones que en aquel momento se omitieron por razones de espacio. Santiago, mayo del 2013.
RESEÑA BIOGRÁFICA
Gregorio Marañón y Posadillo nació en Madrid
el 19 de mayo de 1887,
falleciendo en esta misma ciudad el 27
de marzo de 1960, a los 73 años. La influencia de su
padre, un destacado jurista, y el acceso a la importante biblioteca y a las
cultas amistades de la familia, sembraron inquietudes que habrían de
cristalizar precozmente en quien llegó a ser el médico español más notable del
siglo XX.
Sigue estudios de
medicina y a los 23 años gana merecida fama por su tesis doctoral sobre
la glándula tiroides.
Se
casa muy joven y su
esposa (Dolores Moya, con quien tiene cuatro hijos, tres mujeres y un
varón) tendrá gran trascendencia, como lo reconocieron él y sus
biógrafos, en
su vida y obra. Esta última queda contenida a medias en 10 gruesos volúmenes, sus
Obras Completas, en las que aborda sin desmayo la realidad abarcando todas las
aflicciones, preocupaciones y alegrías humanas.
Hijo y heredero de la
generación del 98, fue señalado como:"el español más completo
de este siglo", "el Hipócrates de la medicina española", o "el
médico español de más prestigio de su tiempo".
En 1937 visita Chile.
Llegó a ocupar los grados más altos universitarios y académicos.
En 1937 visita Chile.
Llegó a ocupar los grados más altos universitarios y académicos.
Hoy nos queda la obra y
un modo distinto de ver el mundo, gracias
a quien fue un eco de Terencio (194—159 A.C.) que hacía notar
que nada de lo humano le podía ser ajeno ("Homo sum, humani nihil a me
alienum puto"), y de un Isidoro de Sevilla (570-636 D.C.), bendito seas, quien señalaba: "el
médico debe saber gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría,
música y astronomía, de aquí que la medicina se llama una segunda filosofía.
Una y otra disciplina reclaman para sí todo el hombre, pues por filosofía se
curan las almas y por la medicina los cuerpos". Fue una manera de expresar
en su tiempo lo multidisciplinario de los estudios y ejercicio de la medicina.
Al Dr. Gregorio Marañón,
preocupado de todas los enigmas, inquietudes y tremulaciones del hombre, lo
podemos considerar como una figura del Renacimiento, engastada en nuestro
tecnificado, nervioso y especializado siglo. Afortunadamente su valer le fue
reconocido ya en vida, lo que no deja de ser, compartiendo la amistad y
admiración de personajes de su tiempo como Menéndez Pelayo, Pérez Galdós, Ramón
y Cajal, Unamuno, Madame Curie, Fleming, Ortega, Azorín , Laín Entralgo, entre
tantos otros.
En ese afán tan occidental y científico
de pretender encasillar para luego rotular todo, podemos decir que fue, y nos
quedamos cortos: profesor universitario, catedrático, humanista, académico,
historiador, investigador, científico, padre de familia, psiquiatra, sabio,
liberal, patriota, contertulio, endocrinólogo, sexólogo, internista, conferenciante,
exiliado, prologuista, biólogo, maestro, escritor, idealista, psicólogo,
republicano, moralista, romántico, erudito, universitario, viajero,
lector, ensayista, político, literato, biógrafo, cristiano, antropólogo. Pero por sobre todo un trabajador infatigable,
español y médico. Lo que no fue:
dogmático ni extremista, superficial ni egoísta.
Escuchemos otra opinión al respecto: "Pero
1a bohemia de mi vida, que procede de lo más
contrario a la bohemia, de un exceso de obligaciones y
trabajo difícil de imaginar por los alemanes, que pertenecen a un pueblo en que
el trabajo está más diferenciado.... Yo tengo que ser a la
vez, profesor de la universidad, periodista,
literato, político, contertulio de café, torero, hombre de
mundo, algo así como párroco y no sé cuántas cosas más..." (Ortega y
Gasset).
Un personaje de múltiples capacidades y habilidades, multifacético en una palabra.
Un personaje de múltiples capacidades y habilidades, multifacético en una palabra.
Su obra propiamente médica es extensa y
fundamental, y está especialmente orientada a la medicina interna,
endocrinología, y sexología. Muchas
de sus afirmaciones e ideas pueden ahora en perspectiva de acuerdo a
los nuevos aportes de la ciencia, ser revisados, adecuados, incluso
controvertidos, pero lo que importa es que en su momento analizó,
interpretó, y elevó a la opinión tanto médica como lega, temáticas
difíciles, complejas, en sí controversiales, siendo un destacado y
valiente adelantado en la forma de hacerlo, además con elegancia.
De sus publicaciones más generales y
conocidas destacamos: “Tres ensayos
sobre la vida sexual” (Sexo, trabajo y deporte – Maternidad y feminismo –
Educación sexual y diferenciación sexual),
“Amor, conveniencia y eugenesia”, “La
evolución de la sexualidad y los estados intersexuales”, "Los estados intersexuales en la especie humana", “Estudios de
fisiopatología sexual”, “Don Juan”, “La edad crítica”, “Gordos y flacos”, “Psicología
del gesto”, “Vocación y ética”, “Amiel” (Un
estudio sobre la timidéz),
"Enfermedades de las glándulas de secreción interna", “El bocio y el
cretinismo”, "Vocación, preparación, ambiente biológico y médico del
Padre Feijóo", "El
conde-duque de Olivares” (La pasión de mandar), “Antonio Pérez”,
“Tiberio”, “El Greco”, “Enrique IV de Castilla” (cuyo título completo es: Ensayo Biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo), “Tiempo
viejo y tiempo nuevo”.
Muere en Madrid a los 73 años de edad el 27 de marzo de 1960.
Muere en Madrid a los 73 años de edad el 27 de marzo de 1960.
VIGENCIA
DE UNA OBRA
"Gasta tu tesoro".
En carta de E. a A. (Amiel).
Se le preguntó una vez cuál era a su
juicio el instrumento más útil al médico clínico para
examinar a un paciente. Contestó que a su parecer era la silla, refiriéndose a
la utilidad del saber escuchar. Como para tenerlo presente hoy cuando algunos
de nuestros colegas andan tan exageradamente afanados con el último modelo de
scanner que ofrecen en el mercado.
En otra ocasión señaló que a un médico se
le podía perdonar en un momento dado no acertar de inmediato en el diagnóstico
de una tifoidea, pero jamás no disponer de cortesía con el atribulado. Esto se aplica por lo demás a
cualquier actividad o profesión. Vió al hombre, el particular
al hombre enfermo, como un hecho singular integrado a un todo, en un enfoque multidisciplinario,
y a lo orgánico muy de la mano con lo psíquico, lo que también lo coloca entre
los pioneros de la medicina psicosomática.
Curiosamente hay olvido del doctor Marañón
en la enseñanza médica en nuestro país, más fácil de entender si se tratara de
un extraño reflejo de un edipismo, pretendidamente
resuelto a través de la muerte del progenitor. Más me temo que es además
ignorancia, ceguera y desinterés del quehacer universitario que en su crisis actual ha
dejado de lado eso, ser universal, bastándole y conformándose con ser más que
nada técnica.
Entonces cambie de nombre y llámese
escuela técnica de la medicina, del derecho, de la farmacia,
o de la psicología.
CELEBRACIÓN
DE SU NATALICIO
Se han tributado innumerables y merecidos
homenajes en su patria y fuera de ella, a tan universal héroe civil, trabajador
de veinte horas diarias, digno de las más altas condecoraciones, en fin un
hombre que tuvo y supo gastar su tesoro, y para quien, en su decir:" Sin
angustia no hay creación".
Por iniciativa de su Directora Ejecutiva,
Sra. Antonia Goyenechea de Sainz, y siendo
quien esto escribe miembro de su Directorio, el Instituto Chileno de Cultura
Hispánica organizó un ciclo de conferencias en la primera quincena de
septiembre de 1987. Participaron el Prof. Martín Panero, profesor de Literatura Hispanoamericana ("Perfil humano y
profesional” y "El escritor y el conferenciante"), el Dr. Claudio Costa, médico historiador de la medicina
("Marañón y los chilenos"), el Dr. Raimundo Santolaya, médico internista ("El Dr.
Gregorio Marañón en la Medicina"), y el Dr. Brenio Onetto, médico psiquiatra, quien se integró
a la mesa redonda con que culminó el evento.
El ciclo estuvo bastante concurrido y
animado por la calidad de los expositores. Lamentablemente entre los
asistentes se contaron médicos con los dedos de una mano,
como si Gregorio Marañón fuera un ser
extraño a nuestro interés, deplorable situación consecuencia también de una
enseñanza que desde el liceo se da con anteojeras y es
emasculante.
"Nuestra sociedad está regida por
una burocracia administrativa, por políticos profesionales; los individuos son
motivados por sugestiones colectivas; su finalidad es producir más y consumir
más como objetivos en sí mismos. Todas las actividades están subordinabas a metas
económicas, los medios se han convertido en fines; el
hombre es un autómata, bien alimentado, bien vestido, pero sin interés
fundamental alguno en lo que constituye su cualidad y función
peculiarmente humana." (Erich F'romm}.
Durante las conferencias a que nos hemos referido anteriormente
se
tuvo la
oportunidad de escuchar la voz del Dr. Marañón, gracias a una grabación facilitada
por el profesor Panero, contestando el discurso de ingreso de Camilo José Cela a la Real Academia
de
la Lengua en 1957, y además la de apreciar
una importante colección de fotografías inéditas de distintas épocas de su
vida, aportados por el Dr. Costa, con las cuales se organizó una
exhibición. Una de esas fotos, cedida
gentilmente por el Dr . Costa, ilustra este artículo.
Una opinión del Dr. Osvaldo Quijada sobre el Dr. Marañón: “Médico y ensayista español que hizo valiosos
aportes a la sexología clínica y a la endocrinología. Sostuvo la bisexualidad
básica general de los seres humanos: manifestó que la diferenciación marcada de
los sexos es resultado de un proceso evolutivo…”. (Diccionario Integrado de
Sexología, 1983).
APROXIMACIÓN A SU IDEARIO
"Dejó de ser una
persona, se transformó en una idea". W.H. Auden.
Se aplica también a él.
Si nos hemos permitido
perfilar la personalidad del Dr. Gregorio Marañón, ello no estaría completo si no
cometemos ahora el atrevimiento de extraer de su abundante producción por lo
menos algunos de sus pensamientos.
Presten atención:
"Nuestra profesión
médica es sublime pero como ciencia es aún humilde”.
“Toda la historia del
progreso humano se puede reducir a la lucha de la ciencia contra la
superstición”.
"La ciencia o no
es nada o es claridad y sólo claridad. Claridad, por encima de
todo. Claridad -aunque parezca una herejía- incluso por encima de la propia
verdad. Porque la verdad de los hombres
puede ser un valor relativo y perecedero, Y la luz, es un valor siempre eficaz y eterno. El que ve claro perfecciona su
inteligencia, pase lo que pase: aunque vea un error. Es la luz misma, tanto
como lo que se ve con ella, la que nutre y aprovecha,"
"He aquí el proceso de la obra
médica verdaderamente científica: observación, cotejo, duda, rebeldía,
creación. Proceso tan sencillo que
baste para realizarlo con tener, no los grandes
laboratorios e instalaciones que muchos echan de menos como pretexto a su esterilidad, sino
precisamente lo que a ningún médico falta: los enfermos",
"Lo moderno debe ser una guía pero
no una idolatría. Y los jóvenes idólatras de la modernidad tienden con
vehemencia desesperada a la especialización excesiva, A veces 1a verdadera
modernidad consiste en moderar el paso y volver la cabeza hacia los módulos
antiguos. Sólo los necios creen en el
axioma: modernidad = correr hacia delante… (Existe) la necesidad de reaccionar cada día con nuevo vigor contra la
especialización excesiva y precoz de los médicos".
"Las verdades en la ciencia requieren un
largo período de latencia desde que se alumbran en el mundo de las ideas hasta que son
compartidas por todos. Aún en las ciencias médicas, en
las que todos los progresos tienen un acento de popularidad
dramática: porque no es la curiosidad de las mentes estudiosas quien les espera
sino el dolor de infinitas llagas abiertas", "El médico está obligado
a la plenitud profesional".
"En la casa lo que quiera, en la calle,
o
médico
o artista".
"El parecido de los cuerpos es
siempre seguro indicio del parecido de las almas",
"El adulto debe guardar ante el
niño, por pequeño que sea, el mismo respeto que ante su Dios",
"Para servir a la juventud es
menester no ocultarle nunca la verdad".
"La forma perfecta de la vida sexual
es la monogamia... El elegir para amar a un solo y único individuo es
privativo de la especie humana y uno de sus más gloriosos blasones".
“El enamoramiento es el peor consejero
del matrimonio”.
“No mentir (en torno a lo sexual). La mentira, siempre perjudicial, es fatal, venenosa, cuando se trata de la sexualidad. Y por desgracia el repertorio de
conocimientos sexuales de cualquier adolescente de nuestra civilización está hecho a base de mentiras".
"La noble esencia de la virilidad es la
pasión por el trabajo y la justicia".
"El problema de Amiel como el de tantos hombres es la estrangulación del amor
por el conocimiento".
"Quien tiene un ideal supervalorizado
de la feminidad (enfermedad del ideal) ignora que esa mujer ideal no se
encuentra en ese estado de perfección casi nunca; porque por lo común, no es
sólo obra del azar, sino en gran parte, obra le propia creación".
"Una mujer, para el varón
especificado, es siempre un problema inagotable, en el que se investiga sin
término, como el que cava la tierra en busca de un tesoro que no aparece
nunca".
"Todo diario de vida sincero es un
lento suicidio".
"La eficacia de la acción esté
siempre en razón inversa de 1a idealización de su fin".
"El que es generoso no suele tener
necesidad de perdonar porque esté siempre dispuesto a comprender. Sólo es capaz
de comprenderlo todo el que es capaz de amarlo todo".
Dr. Alejandro Ríos-Rojas
Santiago, mayo de 2013.-
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